Noches de poesía.
Primera lectura en el marco de VibrArte 

Noches de poesía es un micro espacio de lectura poética en el marco de VibrArte.  Actividad que, durante cuatro semanas, estará hospedada en Casa Gaspar, Los Yoses. Un ciclo de arte, poesía y formación en homenaje a Isidro Con Wong, figura fundamental de las artes visuales en Costa Rica. Una invitación a volver a mirar la obra del Isidro Con Wong desde lo compartido, desde los trazos que dejó en su arte, y desde los vínculos que su sensibilidad sigue inspirando. La iniciativa nace de una alianza entre artistas, gestoras y espacios culturales, y se posiciona como un gesto de gratitud, de continuidad y de apuesta por el arte como experiencia comunitaria.

Es Pez Soluble se complace en ofrecerles una breve muestra de la primera lectura por integrantes del querido y mítico Colectivo Octubre Alfil 4 y amigos invitados, realizada el viernes 23 de mayo con la participación de las y los poetas­: Mauricio Molina, Meritxell Serrano, Gustavo Corella y Karla Sterloff.

de guerras

morir en la guerra
o llenar la otra mitad del vaso

camino de puntillas
entre ambas fronteras
convencida de que el vaso
siempre estará lleno a medias

mientras me decido
por uno de los exilios
el noticiero se desborda
de malos augurios
avisos a destiempo
cacofonías del trópico
en pleno temporal

la lluvia arremete
contra las ventanas

el tragaluz se ahoga

no voy a estar sola
cuando los cuerpos
empiecen a caer

«Lo pasado mojado para que no levante polvo»

en un abrir y cerrar
de labios
se dicen las mentiras más simples

la vida es para vivirla

lo bailado no te lo quita nadie

de esta agua…

y de repente

nos bebemos toda el agua
y aprendemos a morir

solo así
se abren las esclusas

solo así
saldremos de aquí

Meritxell Serrano

CAROLINA REAPER 

Gustavo Corella

Biblioteca

Frente al sillón rojo raído por los gatos
una mujer ve su biblioteca mutilada.
Antes de la catástrofe,
de los días fechados en el calendario,
de pies caminando como ánimas por la casa
había un cuarto lleno de libros.

Y adentro, una biblioteca
                         /construida a cuatro manos:
las colecciones,
los caprichos, las primeras ediciones
sus hallazgos.
Los primeros libros dedicados
          /con fechas borrosas y caligrafía ilegible

¡Cuánto tiempo coleccionaron libros juntos!
Dos muchachos en medio del Universo
construyendo un dique de libros,
un muro protector de hojas,
dos vidas inventadas
                     /como una Nación o una mesa.
Comensales de las letras, apátridos
asidos a ellas y pendulantes.

Desde que la biblioteca ha quedado
                                               / desdentada,
con los cajones desolados
con un casco blanco sobre sus estantes,
unas rodilleras viejas,
unos patines a los que debe arreglársele
                                                 / las ruedas.
Habitada ahora por souvenirs de viajes
                   /no tan importantes como este,
ya no debería de llamársela así:
-biblioteca-

Porque ha cambiado de orden y de familia.
Sospecho que también su especie.
Ya no es visitada alegremente cada día.
Le pesa el recuerdo cuando
                     /aquella mujer en una noche
incoherente y herida,
-rabiosa-
fue sacando sus libros
para ponerlos en cajas.

Le duele el recuerdo cuando
                     /aquella mujer al día siguiente
no esperó a considerarlo mejor
y fue cargando una a una las cajas
desmembrando colecciones,
ferias de libros,
presupuestos sobrepasados.
Le duele haberse roto con ella.

Ahora esta biblioteca es diferente
                                              /por las tardes.
Los gatos también dejaron de buscarla.
A veces ella la mira con encono
aunque sabe que no puede sostenerse
                              /lo que ya se ha perdido.

Le abruma el recuerdo de aquella mujer
que amaneció un día sin libros.
Anegada en una cama.
Cuarto cerrado, llave en mano.
Una biblioteca abandonada.

Tiembla ante el recuerdo de aquella mujer
que decidió dejar sus libros
una mañana en el centro de San José.

Cajas y cajas de libros
como vestigio de una civilización
                                  /que había muerto.
Una biblioteca devastada:
un ser que ya no cuidaba del otro.
Un hueso quebrado que no fue atendido.

Libros abandonados en cajas
                 /afuera de una librería de viejo.
Testigos silentes
               /de una biblioteca que se perdía.

Karla Sterloff

Gilgamesh lamenta a su amigo Enkidu

          A la memoria de David Maradiaga

Mauricio Molina

Enlace:

https://www.facebook.com/share/16XLdaQAgR/?