APROPIACIONES INDEBIDAS, IMPRESIONES SEDIMENTADAS SOBRE SILA CHANTO 

Por Alex Arias

 No seré. Concienzudo ni crítico. No puedo. Descarnarme los poemas de madera negra con metal, ni las duras líneas definidas de tus grabados, ni las postreras impresiones, difuminadas, transparentes, que se asemejan a nuestra memoria algodonada desde aquel último jueves en que te despedí. No tiene caso, intentar ser “objetivo”, si el cerebro cúbico no fue lo tuyo.

Sí, la luz cortada y que corta. Sí la profundidad del paso. Sí lo humano derramado en tus siluetas imposibles. Sí las escaleras blandas repletas de exploraciones y cuestionamientos. Sí los perturbadores cuadriláteros en los que me hiciste caer. Sí cada kilo de arte vendido con desgarre, sí…hay tantos sí….Sila que fueron tuyos.

Hoy que he venido a colectar tus indicios, querida: poemas grabados, dibujos

                       Tu

                                     VOZ

                      tu

    pensar

             mi

                            pesar

Ahora, no puedo dejar de revolver indebidamente mi bitácora con la tuya, impresiones sedimentadas por los días y los inusuales encuentros.

Por ejemplo, se me ha revuelto tus “Dos perras” con el “Ciudadano” de Serrat. Acera cubierta de pasos, las almas en cuero, los gritos, humos, carbones, y los anónimos que se entrecruzan en tus telas, en las letras, en mis pupilas ciegas, en tus muros.

Pensé que te sería más crítico (eso les había prometido) pero en tu distancia me has desarmado la impresión. No puedo definir qué significan estos vericuetos, solo son divagaciones que caen como polvo sobre tus obras, tus pensamientos, tus palabras. Quizás SÍ-LA alguna música me ha hecho delirar en tu ruleta del MADC, quizás solo he revuelto inapropiadamente todo el sedimento sobre ti, quizás nadie lea nada de nada y que libre todo peso, me quede con esta deliciosa sensación de haberte susurrado al oído, estas primeras impresiones con la primera luz del alba.

Sila Chanto: ENTRE LA ESCRITURA Y LAS ARTES PLÁSTICAS (aproximaciones malévolas de un lector obsesivo)

Por Cristián Marcelo

Leer a Sila Chanto poeta es mucho más complejo que leer a Sila Chanto artista plástica, quizás porque su producción fue más intensa y de mayor impacto en el medio de las artes plásticas y audiovisuales que en la poesía, pues para permanecer como poeta es necesario poseer una obra relevante, y con esto quiero decir que no es necesario tener cincuenta poemarios, pero si al menos uno que trascienda la multitud de poemarios intrascendentes que publican las editoriales públicas y privadas. La poesía publicada de Sila Chanto fue poca y dispersa. Nos basta con que un artista posea una poderosa obra gráfica para considerarla una poeta, o al menos, una buena poeta. Como muchos poetas jóvenes Sila Chanto se adhirió a la estética que en los años noventa entendíamos como conversacional o comprometida, para tener una idea de las líneas generales de su producción lírica escuchemos: “siento que no pertenezco exactamente a un lugar. Pero sí a un tiempo, a una generación que ha vivido del descrédito que ha visto caer los grandes paradigmas estéticos e ideológicos y ha cultivado un pesado cinismo sobre las cosas, una ironía que hiere. Si he buscado transformar algo en la poesía, es transformarme a mí misma”. Con estas palabras Sila Chanto se adhiere de manera consciente a una poesía que oscila entre el realismo sucio, la antipoesía, el culturalismo pop y un grotesco feminista.

La poesía de Sila Chanto −como otros poetas de su generación− se percibe como un gesto intrascendente, como un arrebato infantil, pues la artista plástica comprende que la poesía exige un pacto de sangre, fuego y locura, es un sucio trato con Mefistófeles o su Daimon.

Quizás, porque los escultores, los ceramistas, los pintores y los actores creen las artes plásticas, la música y la literatura como vasos comunicantes, o mejor dicho, como escaques estéticos, así que saltan como caballos locos de la instalación a la música de cámara, del vídeo a la poesía, de la música al teatro, de la performance al collage, de la escultura al cuento, queriendo abarcar todas las artes posibles en un imposible abrazo. Lo que termina siendo un triste chiste: pues los poetas terminan diciendo que es artista plástica, los artistas plásticos dicen que es poeta, ni unos ni otros la quieren como igual.

En el caso de Sila Chanto, la relevancia de su obra se queda en los límites de las artes plásticas y lo audiovisual, considerarla una poeta, o al menos, una buena poeta es una cuestión de gusto, a pesar de que sus poemas hayan aparecido en antologías y revistas; es totalmente intrascendente para los poetas venideros, que no tienen acceso a una obra ínfima y dispersa.

Leer a Sila Chanto como poeta es tratar de comprender la poesía de mediados de los años de los noventa, y la primera década del siglo XXI. La poesía costarricense, desde luego, despierta del sopor lírico en que la había sumido el trascendentalismo, pero en ese despertar solo se observan gritos y piruetas adolescentes, poesía para asustar a las viejillas beatas de Cartago o quizás algún campesino bonachón, que, en su larga y apacible vida de penurias, jamás ha escuchado un poema. Para muestra un botón, el poema titulado Cobain se funda en la imagen trágico-cómica de la viuda de Kurt Cobain, músico estadounidense, conocido como el cantante, guitarrista y principal compositor de la banda grunge Nirvana. El culturalismo pop practicado desde los años 60 por Luis Alberto de Cuenca y otros poetas se convierte en una novedad suficiente añeja, pues desde los años 70 en Costa Rica el trascendentalismo competía con cierto irracionalismo y la poesía social o de compromiso. En nuestra pequeña isla empotrada en el valle central, las novedades siempre llegan demasiado tarde, y cuando llegan las percibimos como novedades completamente nuevas, triste realidad de nuestra poesía.

Pero leamos:

COBAIN

 Courtney Love

la viuda
odiará seguramente con el más puro de los sentidos
osará para alguien que hará clic
y tendrá fama
quizá otro tipo de fama
conjeturo:
el muro es el lugar donde el horizonte se termina
nuestra mayor diversión
será estrujarnos contra la pared
y darle la espalda al mundo.

Poemas montados sobre personajes contemporáneos y seudo-trágicos son utilizados para cuestionar la realidad desde el sarcasmo y la ironía, pero sin darse cuenta que esos paradigmas estéticos e ideológicos viven con fuerza en la mente y los corazones de los hombres. El arte poético no hace más que arañar la realidad como quien araña un diamante. La fama, aunque efímera y dolorosa, es la búsqueda final, la última frontera, a pesar de que la poetisa se identifique como un arquetipo a CourtneyLove, un arquetipo con quien compartir el sinsentido de la vida, sinsentido que nace y se aferra a una supuesta muerte de los metadiscursos que nos regían en un universo bipolar. De esto se deduce que Sila Chanto, como muchas mujeres, ya no están dispuestas al sacrificio patriarcal. De modo, busca en la realidad el único ser que no esté manchado con la locura, la mentira y el odio que la razón masculina convoca desde Dios y el logos.

Dos perras

Hoy solo estoy siendo un animal contemplativo:
desde una acera cubierta de pasos
el carbón del silencio tiñe mi cara
y soy negra
en el espejo de esta ciudad descalza
ni siquiera muerdo
ni siquiera persigo ya mi propia cola
solo espero para lamer la sangre
que en la calle ha quedado
bajo la breve tragedia
de los carnavales
que en tu piel
se desgajan
Sobo la esquina
del narcisismo que atenta
con sus botellas sobre la rinoplastia
de las otras perras
sin poder olfatear
la histeria en las baldosas
donde no hay nadie más
que la gata engordando mi propia ausencia
tampoco estoy ahí
tampoco importa
sobo la mano
que alimenta a la perra
lamo sus vórtices
las suelas
el regazo
que me abraza y condena:
perra pulgosa
hembra
además
iracunda
herida
y
densa
negra muy negra
como una noche
sin comida y sin estrellas.

La zoomorfización de la poeta es un recurso válido como cualquier otro, ya poetas como Rabindranath Tagore había feminizado su voz en la poesía. Para la poetisa, este animal es su alter ego, es la profundidad oscura de la nada, es un bruto o una bruta, un ser inocente que ama sin restricciones ni límites, imagen acaso de un nuevo dios o de cualquier dios pagano. Cuando la poeta antropomorfiza al animal surgen los traumas y problemas de cualquier mujer contemporánea que debe competir por un macho proveedor, competir por la belleza física hecha de cirugías, entrar en competencia consigo misma y con las otras perras por el amor del macho alfa, porque existimos en un mundo de competidores, en una carrera que no acaba hasta que la muerte la acabe. Esta búsqueda de lo inocente y bueno que hay en el mundo es un grito a la inversa de lo que se propone la porno-poesía.

Leer a Sila Chanto como poeta es difícil, es como leer a Venancio Calderón, Rodolfo Castaing o Eduardo Peralta, poetas que publicaron en periódicos y antologías, pero no dejaron libros impresos para la memoria corta y flaca de nuevos poetas costarricenses.

Leer a Sila Chanto es comprender que la poesía es un oficio complejo, un oficio que exige dedicación exclusiva, o como dice, el poeta pregúntese en la hora más serena de su noche: ¿Debo escribir?… y sí resulta afirmativa, si puede afrontar tan seria pregunta con un fuerte y sencillo “debo”, construya entonces su vida según esta necesidad, su vida tiene que ser, hasta en su hora más indiferente e insignificante un signo y testimonio de este impulso… (Rilke, 1903) La obra de Sila Chanto se decantó por la fotografía, las artes plásticas y lo audiovisual, junto con la poesía, quizás quiso abarcar lo infinito, pero el juicio final lo dará el tiempo, en Costa Rica, en menos de una década cualquier poeta cae en el olvido.

MARLENE O LA OTRA LOLA

Marlene es Lola
despavoridas
las otras lolas tiemblan
abren la boca cantan y desafinan
no llegan a superar su mitología travesti
la masa de Paco en la mesa las espera

ADIÓS A LA ÓPERA
Sobre el hastío y los gorgoritos

Siendo el arte estilización de la vida
y no la vida
y a veces
no algo
se le parezca
debo esforzarme
por separar
la imagen
de lo que significa
y
ver
a través
de otra mirada
sin detenerme en el defecto
del escenario, de la luz y el traje
en las damas que pavonean
su euro-céntrico vestido
demasiado mulatas
para ser creíbles 

el arte
no se parece
a la realidad
quizá tampoco debería parecerse
sin embargo reclamo
esta lejana entretención
en la abundante cintura
de la estrella
que canta
cruzo
la línea de lo creíble
obvio las formas y apelo
a una intención muy lejana:
a los postulados
y no a los decorados
al arquetipo y no al cuerpo real
jamás la obesa manifestación de la gula
para creer
que la impecable gorda
sonrosada se desdibuja
y
sufre
claro que sufre mientras canta
aunque sin duda
desayuna
en medio de sus rigurosos gorgoritos
y se prepara
como las mejores mujeres de las ópera
para morir en cualquier lugar del escenario
todas las noches mecánicamente de tisis

me toca imaginar su palidez
unos zapatitos pequeños
fluyendo en el escenario
la delgada proporción
su correcta debilidad
en su frágil cintura
patética naturaleza
obstruida
se desborda
como el siglo
y en sus intensas luchas
por ganarse un lugar como mujer
mientras ratifica el más vaporoso de los clichés
la gorda canta hasta morir como una dama
sus pulmones fuertes fingen una opresión y cae
se desmaya redondamente sobre el suelo
el público se emociona
se divierte
llora

ella resucita
se incorpora con su corsé de spandex
hace una reverencia
acepta sin dudarlo
las flores y los aplausos.

Sila Chanto

Poema tardio para una retocadora de arenas

a Sila Chanto
M.A.D
-del libro Mayday-

                          Sila

Oxila
en el péndulo de la vida
se
EVA-PORIZA
y renace
en el pétalo de un naranjo
luego
danza enloquecida hasta el fin de las auroras
y vuelve a morir con el sol
-lo juro-
Sila es como el mar.