Artículo / Por: Aníbal Fernando Bonilla
Espinas y cicatrices de barro
La poesía contiene elementos insondables en el tránsito por la vida. De hecho, nuestra existencia está compuesta de una amalgama poética, que, a ratos, ni siquiera identificamos o sospechamos. Es el efecto de la desnudez de los actos y de la tormenta que arrecia en la noche. Es el cúmulo del flagelo. Es el advenimiento del rocío que nos devuelve a la infancia, que podría ser la mejor época colmada de alegría. Es el silbo del pájaro en la frescura del día. Es la huella que conduce a la orilla incierta. Es la tesitura de una voz que se expande con angustia y se deleita en las fauces de lo venidero.
Con la propiedad que emana de un poeta que trasciende lo efímero y va tras del signo perdurable, Hugo Francisco Rivella (Argentina, 1948), nos comparte su trabajo: “Espinas en los ojos & siete poemas de barro” (El Ángel Editor, Quito, 2014).
Es, ciertamente, un cántico de esperanza que se abriga en la holgura mística. Tiene transparencia verbal y reminiscencia divina. Se sumerge en la bienaventurada palabra (o palabra bendecida por la ceniza y por el vino) que emana de los pasajes, parábolas y personajes bíblicos: “La palabra es espina en mis ojos”. Ahí está Dios siendo interrogado, de cuerpo entero, ante los cuestionamientos que provocan quebrantos y superan el tiempo: “Padre mío, / pienso a veces tu voz, / la palabra hecha carne”.
Como dice Antonio Preciado Bedoya en el prólogo: “Desde la boca de Cristo, Rivella pone el gran ojo fijo de Dios ante los del hombre, que respetuosamente le sostiene la mirada, sin negaciones estridentes, pero, a la vez, sin arrastrarse de hinojos o llegar a las mortificaciones del cilicio”.
Rivella poetiza la penumbra, el pan, los peces de colores, el relámpago y la cruz, el milagro y “la canción en el trigo”, el baile ligero de mariposas, la espada maltratando a los huesos, el vientre y la lanza, el río “abriéndose como tus manos”, el horror del mundo tras la muerte del hijo de Dios: “¿Duende, mito, palabra?”. Es bocanada de misterio tras la crucifixión: “El alarido al cielo en carne viva y la luz que se derrama lentamente”.
La herida que provoca la desdicha en pos de la redención humana, se contagia de altas temperaturas en la tormenta, se humedece de sangre en la bruma y el abismo. Es la caída de la tarde, el grito desconsolado de una madre afligida, el contubernio de almas perdidas. La soledad que “ruge en tu corazón, se enrosca en la cintura”. La traición, y luego, la calma. Es la oración universal que se desprende en la derrota, con las extremidades clavadas en el tiempo y la madera: “el Padrenuestro que salvaba mi alma del naufragio”.
Hugo Francisco Rivella aletea mares insondables, se baña en las aguas venturosas de la historia trémula de los pueblos afligidos, delinea el conjuro de la muerte desde el barro y las espinas (“el reloj de la muerte zigzagueando en tus brazos”). Advierte las consecuencias del símbolo cristiano y la llaga sin cicatrizar en la esfera de la Tierra. Enuncia la ausencia del Ser ante la tumba descubierta y el alarido que resucita otros enigmas: “Yo sé que voy a ti, / Padre. / Muero por ser un hombre con las huellas de Dios en la mirada, / su eterna soledad. / Alguien lava mi cuerpo que no pesa. / Agua de mí en la noche que sube por la cruz y en la quietud del polvo de / mis huesos vuelve a ser lo que fui, / esta palabra, / el fuego, / el regreso, / la hondura de saber que soy tu Hijo”.
En su dedicatoria, escribe lo siguiente: “No hay espinas que puedan con la rosa. Mucho menos con el hombre”.
Hugo Francisco Rivella
(Rosario de la Frontera, Salta, Argentina, 1948). Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Organizador del Encuentro Nacional de Poetas con la Gente de Cosquín. Compositor de canciones. Ha integrado algunas antologías. Invitado a un sinnúmero de recitales, encuentros y festivales de poesía a nivel nacional e internacional.
Reconocimientos obtenidos: Primer Premio Poesía, Segundo Certamen Nacional Club UNESCO Buenos Aires, 1984; Primer Premio Poesía Juegos Florales Centroamericanos y Panamá, Guatemala, 1985; Segundo Premio Fondo Nacional de las Artes Producción Literaria, 2001, Buenos Aires; Primer Premio Poesía – Concurso Jorge Barón Biza – Poema ilustrado- Córdoba, 2001; Primer Premio Fondo Nacional de las Artes, Concurso de Canciones de Raíz Folklóricas; Primer Premio en el V Concurso Nacional de la Zamba, Salta; Primer Premio Poesía IV Certamen Internacional de Poesía, Jaén, Andalucía, España; Primer Premio Poesía VIII Certamen Jaime Gil de Biedma y Alba, Nava de la Asunción; Primer Premio Poesía Concurso Poesía Gilberto Owen Estrada, UNAE México, 2011; Premio de Poesía Mística Fernando Rielo 2013; Premio Internacional de Poesía Rubén Darío 2016; Primer Premio Poesía en el Tercer Concurso Poesía en Paralelo Cero, Ecuador, 2016; Primer Premio Poesía Concurso Nacional de Poesía Provincia de Córdoba, 2016; Primer Premio Poesía en el XXXVII Premio Internacional Leonor de Poesía, España, 2018.
Libros publicados: Algo de mi muerte, Rosario de la Frontera, Salta, 1981; Agua de mis manos, con el apoyo del FNA, 1995; Caballos en la lluvia, FNA, Alción Editora, Córdoba, 2003; Zona de otros días, Secretaría de Cultura, Salta, 2007; Yo, el toro, Alción editora, Córdoba, 2008; Centro de tormentas, Secretaría de Cultura de Salta, 2010; De fuego y sombras, Secretaría de Cultura de Salta, 2010; Putas (La cacería del ángel), Alción editora, Córdoba, 2011; Piedra del ángel –UNAE Mex Toluca – México-2011; Ojo Astillado– Alción editora- Córdoba-Argentina 2013; Espinas en los ojos, El Ángel editor, Quito, Ecuador, 2014; La sombra en el espejo, Antología personal, 2014, Ed Norte-Sur, México; Las Yeguas y las Rosas, Quito, Ecuador, El Ángel Editor, 2016; La Hora del relámpago, Editorial 3600, La Paz, Bolivia, 2016; Endentro de Mí, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2016; Una rosa en las garras del jaguar, Apócrifa, Villa María, Córdoba 2016; Poemas en la lengua de un sonámbulo, Córdoba, 2016; El caleidoscopio del sufriente, El Ángel E.ditor, Quito, 2018; Caballito de escarcha, Secretaría de Cultura de Salta, Fondo editorial, 2019
Aníbal Fernando Bonilla
Otavalo, Ecuador, (1976) Máster en Estudios Avanzados en Literatura Española y Latinoamericana, y Máster en Escritura Creativa por la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR). Licenciado en Comunicación Social. Ha publicado, entre otros, los poemarios Gozo de madrugada (2014), Tránsito y fulgor del barro (2018), Íntimos fragmentos (2019), y la recopilación de artículos de opinión en Tesitura inacabada (2022). Finalista del Premio Nacional de Poesía Paralelo Cero 2018, y del III Premio Internacional de Poesía de Fuente Vaqueros 2023. Columnista de diario El Telégrafo entre 2010 y 2016. Actualmente es articulista de El Mercurio, de Cuenca, y colaborador en varias revistas digitales. Participante seleccionado en el Taller de Poesía Ciudad de Bogotá Los Impresentables (2022 y 2023). Ha sido invitado a eventos de carácter literario, cultural y político en España, Nicaragua, Argentina, Uruguay, Cuba, Bolivia y Colombia, como el XV Encuentro de Poetas Iberoamericanos en Salamanca (2012), el XIII Encuentro Internacional “Poetas y Narradores De las Dos Orillas” en Punta del Este (2014), el VI Encuentro de Jóvenes Escritores de Iberoamérica y el Caribe en La Habana (2016), el III Encuentro Internacional de Poesía en la Ciudad de los Anillos en Santa Cruz de la Sierra (2016), o el XI Festival Iberoamericano de Poesía en Fusagasugá (2023).
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Decir gracias es poco. Te abrazo con agradecimiento. De corazón, hermano
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