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POESÍA / Traducciones de Mario Zetino

Poesía

 

Cafeína

A veces es una naranja en el horizonte,
una procesión de guitarras y cigarros.

Mi papá, en la escalera de incendios, lee el poso negro
derrumbado al fondo de su taza, una gota de lluvia

baja por la ceja de mi mamá. «Es la una de la mañana
en algún lugar de Centroamérica», dice él, esto último

casi cantando, «Me siento en la cama,
a la par de tu mamá, hospital San Juan De Dios,

9 de septiembre de 1968, estás envuelto, en mis brazos,
mientras ella moja su dedo en el café, y lo frota

en tu labio». Esto podría ser cierto, y yo quiero creerlo,
todo el peso de una nación reunido

en los lejanos trópicos azules, todo su peso
en mi estómago. Los dos miramos el smog

que cubre esta parte de Los Ángeles, el río de luces
delanteras y traseras en la autopista. Es la misma canción

que me arrastra al trabajo, mi cabeza balanceándose
mientras el autobús exhala humo, la canción

que sólo afloja cuando llego cansado a mi casa, caigo
como monedas sobre el suelo polvoso, cuando estoy con él,

bebiendo ese barro, me disuelvo en el lugar
de mi nacimiento, un jirón de tierra junto a la playa.


(De The Gravedigger’s Archaeology, 2015)

 

Peregrinaje

Cuando el Río Los Ángeles
corra por las autopistas,
olas violentas golpeando
el concreto,

eco helado de viento
atravesando los árboles,
volveré caminando a Sonsonate.
Cuando el sol moribundo deje

a las palmeras profundamente dormidas,
ramas polvosas y harapientas
sin frutos ni sombra,
cuando ese sol abandone a los pájaros,

me quitaré los zapatos
y volveré caminando a Sonsonate.
La noche que cuelgue estos zapatos
en los cables de cualquier calle,

y se queden balanceándose entre el «clank»
de los camiones y el «pop» de los escapes,
entre el stop y el go, en medio de los ritmos
y las quejas del tráfico, caminaré de vuelta.

Volveré caminando cuando la luna
caiga en Echo Park Lake, una moneda
de diez centavos lanzada por dedos pálidos,
haciendo al caer al agua el sonido de cualquier piedra,

entre largas navajas de hierba
creciendo en las grietas de las autopistas.
Cuando la lluvia inunde las calles
y lave la capa gris de humo,

toda la gasolina de la noche
yéndose por los tragantes,
me quitaré el sombrero
y caminaré de vuelta a Sonsonate.

Cuando la ciudad caiga a mis pies,
cuando su arquitectura se derrumbe
y caiga de rodillas, con el peso
de todos los carros enfriándose

en medio del calor, empacaré mis huesos
y me iré a Sonsonate,
por un camino de granos de café
y guitarras destartaladas.


(De The Art of Exile, 2009)

 

El arte del exilio

En la Carretera Panamericana, en algún lugar
entre el norte y el sur del continente,
te encontrás con una cadena de volcanes,

una costa con una espesa vegetación de palmeras,
olas sonoras en el mar; un istmo
al que Neruda llamó «delgada tierra como un látigo».

Cuando el camino dobla se convierte en calle,
ves paredes salpicadas con «Yanqui Go Home!!!»,
ves a un muchacho de quince años,

descalzo, oliendo pega de una bolsa plástica pequeña.
Una anciana con delantal, en su puesto en la acera,
te va a decir: «Sí, esta calle es».

En la plaza del centro no habrá amigos
de la escuela para darte la bienvenida, para manejar
a Sonsonate, ciudad de los cocos,

nadie para pedir con vos unas Pilsener bien heladas
y cocteles de conchas, o convencer a la mesera
de que baile con vos una o dos cumbias.

En vez de eso, en el bar local, vas a levantar
tu botella al lado de extraños,
vas a apagar tu cigarro en el suelo.

Vas a ver un país diez años
después de la guerra civil: un anciano sentado
en la acera, con la cabeza entre las rodillas

y una mano extendida.
Te va a doler todo, el pelo,
las uñas de los pies, hasta los zapatos.

Vas a maldecir a los perros callejeros, que te siguen
al parque, las calles polvosas, el sol demente
que te quema lentamente la nuca.

Al llegar la noche, te arrastrás de regreso a los bares,
buscando un país perdido en un trago de Tíc Táck.
Contra la pared, tres hombres con sus guitarras.

Cuando te acostés en la cama del hotel,
demasiado cansado para dormir, cuando te sintás desgarrado,
retorcido como un periódico viejo, expulsado

de una ciudad tras otra, entonces, vas a haber llegado.
Has empezado a hablar como un hombre
al lado del camino, descalzo.


(De The Art of Exile, 2009)


Traducciones de Mario Zetino

3 poemas de William Archila / Traducciones de Mario Zetino. …Volveré caminando cuando la luna caiga en Echo Park Lake, una moneda de diez centavos lanzada por dedos pálidos, haciendo al caer al agua el sonido de cualquier piedra…
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William Archila

(Santa Ana, El Salvador, 1968) es un poeta salvadoreño. Emigró a los Estados Unidos con su familia en 1980. Es profesor de inglés y posee una Maestría en Bellas Artes (MFA) por la University of Oregon. Ha publicado los poemarios The Art of Exile (Bilingual Review Press, 2009), que recibió el International Latino Book Award (2010), y The Gravedigger’s Archaeology (Red Hen Press, 2015), ganador del Letras Latinas/Red Hen Poetry Prize (2013). En 2023 recibió el Philip Levine Prize for Poetry por su poemario S is for, a publicarse en 2025 por Black Lawrence Press. Una selección de su poesía aparece en la antología de poesía salvadoreña contemporánea Teatro bajo mi piel (Editorial Kalina, San Salvador, 2014). Los poemas de la presente selección pertenecen a su antología bilingüe Canícula/Dog Days, a publicarse en 2026.

Mario Zetino

(Santa Ana, El Salvador, 1985) es un poeta, académico y traductor salvadoreño. Ha publicado los poemarios Uno dice (Índole Editores, 2013), Canciones de amor y ausencia (Artesanos & Editores, 2022), Canción para una muchacha infinita (Golden Empire Editions, 2023) y Notas de un viaje humano (2024). Ha compilado dos antologías de poesía salvadoreña. Traduce poesía del inglés al español. Su trabajo ha sido publicado en revistas nacionales e internacionales, como Cultura, La Zebra, Cuadernos Hispanoamericanos, Latino Book Review, El Pez Soluble y Álastor. En 2016 fue escritor residente en la Hispanic Writers Week de la University of Massachusetts Boston. Es Licenciado en Letras por la Universidad de El Salvador. Es investigador en estudios literarios.

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