Es diciembre

Es diciembre y no sonará el móvil
anunciando la llamarada de tu voz.

Es diciembre y ruidos estrepitosos,
bocinas amargas, voces que repudio,
penden del hilo de mi última tristeza.

Es diciembre, y presiento que tu voz,
ese nicho al que inclino mi rostro
—en total desconcierto—
no volverá a pronunciar mi nombre.

Lluvia

Son millones de moléculas
                            /enamoradas
partículas a veces de tristeza
que abrazan a la tierra
                         /y sus olvidos.
Son gotas cristales suaves
                     /transparentes
vidrios líquidos que se esparcen
en el alma de las ciudades.

Una mujer gris abre su paraguas
gris y camina grisaceamente
hacia un incierto sitio de color
                      /también grisáceo.
Se postra ante un gris umbral
de una casa extrañamente gris
donde un hombre gris la espera.

Se saludan con indiferencia
hablan con indiferencia
toman café con profunda indiferencia
que vuelve indiferente
al silencio que los habita.

Vistos así pareciese
que el aburrimiento
            /puebla sus corazones.
Sin embargo
pasados los tortuosos minutos
de vomitivas convenciones
se miran
se desean fervientemente
se besan volviendo a sus antiguos
                                        /instintos
se palpan las pieles los pechos
                                      /las bocas
los órganos
/preconcebidos para el amor.

Y afuera la lluvia cae afablemente
la lluvia que todo lo sabe
cae mansamente
y humedeciendo el vientre
                          /de toda la ciudad.