Ráfagas en la ruta
Escuchando la lluvia en la sala de mi casa
Y de nuevo la lluvia
ese hálito de vida arrojado hacia los techos
ese olor a génesis infinito
la lluvia llega para abrazarlo todo
con su alegría de fecundidad
con ese ensueño de amante en plena cópula
la lluvia que riega con sus ganas
el horizonte y su necesidad de líquido
mientras los campos lactan
las superficies suspiran
y los objetos olvidados resucitan de su letargo
de nuevo la lluvia
esa impresión de limpieza
ese milagro pluvial
cuyo estruendo parece el de un recién nacido
a quien se amamanta y no conoce la resignación.
Poeta
Palabra soñadora
veneno artero contra la pose y las costumbres
sinuosidad
lujuria verbal
sabandija acoplada al acero y al espejo
sonido taimado
que se truca en premio o en baldosa reluciente
etiqueta sin brillo ni homenajes
torre esclerótica que se la lleva el viento
medallón de juguete
víscera agrandada
imagen fingida que se hunde en el cráter de la
/aceptación.
Adolescencia
Nadie le dijo jamás
que al crecer algo se muere…
Adrián Goizueta y el grupo Experimental
Todo es tan súbito como irremediable:
el cuerpo que se alarga como un chicle
la asimetría de extremidades y de cara
la curiosidad insana que persigue a las amigas
la incomprensión rotunda de los padres
el desacato ante lo que fue evidente y sagrado
la rebeldía que crece sin interrupción
/como la hierba
el sinsabor que se adueña de las horas
pero sobre todo
la pérdida de ese mundo maravilloso
para darles cabida
a los avernos acechantes de la realidad.
Epitafio
El día cuando me entierren
por favor
no me tomen fotos
no publiquen esquelas
no importunen a mis amigos
a partir de ese día
quiero ser solo yo mismo
en mi dulce desvanecer hacia lo incógnito
el día de mi entierro
por favor
no me dediquen discursos
no brinden con fastidio a mi nombre
déjenme descansar
del eco majadero de la palabra
déjenme con la paz recorriendo mis sentidos
vislumbrar la eternidad de las estrellas
boca arriba
lleno de asombro.
Amor burócrata
Me cansé
de que solo podíamos intimar
antes de las ocho de la mañana
-justo antes de irte para el trabajo-
o si no
a partir de las siete de la noche
cuando regresabas casi siempre
con el humor de una leona mal herida
por eso me hastié de tus excusas
de tu horario gubernamental para tener sexo
y cómo no
de tus innumerables pretextos
para cerrar las puertas del placer
y declarar todos los rincones de tu cuerpo
en una huelga indefinida.
Después de la manifestación
a Jenny Álvarez y Adriano Corrales
Nunca subestimés a la clase política de mi país:
te harán creer que ganaste
que tenés razón en tus propuestas
que cambiarán sus directrices
en pos del mejoramiento social
pero en realidad
solo te dejarán morder
hasta que se amainen tus reproches
una pequeña porción de la justicia.